Somos seres sociales y a lo largo de nuestra vida debemos aprender a interactuar y relacionarnos con los demás.
Para enfrentarnos a los desafíos y a las tensiones que puedan aparecer en nuestras relaciones necesitamos habilidades sociales, con objeto de enfocar la dificultad correctamente y encontrar la mejor solución.
Un desajuste en estas habilidades es una gran fuente de estrés a corto y largo plazo.
Los elementos más destacados en el entrenamiento de habilidades sociales son:
La escucha activa:
Prestar atención a lo que dice el otro analizando tanto lo que dice como las señales no verbales que emite: gestos, posturas o tonos de voz
Pidiendo las aclaraciones necesarias cuando haya dudas
Verificando que se ha entendido bien el mensaje realizando un breve resumen al interlocutor
La afirmación de un@ mism@:
Aceptación de quienes somos (a nivel físico, mental, emocional y espiritual)
Es la vía que nos lleva a afirmar nuestros derechos, necesidades, sentimientos y opiniones de una forma constructiva respetando al resto de personas mediante una conducta asertiva.
En general cabe destacar tres comportamientos básicos en relación al modo en que expresamos nuestra voluntad a los demás:
Conducta Pasiva:
No expresar la necesidad
Falta de confianza
Justificarse en exceso
Sentimientos derrotistas y de impotencia
Dejarse imponer por la voluntad del otro
Conducta Agresiva:
Expresar la necesidad violando los derechos de otras personas
Menospreciar las necesidades del resto
Creencia de que todo el mundo es egoísta así que uno debe defender sus intereses
Conducta Asertiva:
Expresar directamente la necesidad sin dañar a los otros
Convicciones claras y seguridad en un@ mism@
Entendimiento de las necesidades de uno en relación con las del resto
Las consecuencias de la Asertividad son: una disminución de la ansiedad, unas relaciones más cercanas y significativas, un mayor respeto hacia uno mismo y una mayor adaptación social.
Ejemplo laboral: Un compañero da constantemente su trabajo a Juan para que él lo haga. Juan decide terminar con esta situación. Su compañero acaba de pedirle que haga algo de su trabajo. Juan le contesta:
Conducta Pasiva: “Estoy bastante ocupado. Pero si no consigues hacerlo, te puedo ayudar”
Conducta Agresiva: “Olvídalo. Casi no queda tiempo para hacerlo. Me tratas como a un esclavo. Eres un desconsiderado”
Conducta Asertiva: “No, lo siento. No puedo cargar más con tu trabajo. Creo que no es razonable que además de mi trabajo deba hacer el tuyo”
Potenciar la Conducta Asertiva:
Tener una buena autoestima y autoconcepto
Reconocer y tomar en serio las propias necesidades y sentimientos
Expresar correctamente los sentimientos a los demás
Tener presente el contexto y actuar en consecuencia
Escuchar activamente para comprender el mensaje, los sentimientos y las necesidades que, de un modo implícito, puedan expresar
Aprender a tolerar críticas y a defender una postura sin irritarse. Vigilar los tonos de voz y expresiones corporales al hablar
Saber decir “NO” cuando se necesario
Guardar las disculpas para cuando sean necesarias
No recurrir a las amenazas. Una afirmación tranquila de las cosas es mucho más eficaz
Técnica de Afrontamiento Asertiva: Consiste en identificar el estilo de conducta que uno muestra ante una situación problemática en particular, escribir un guion con las modificaciones de conducta pertinentes y llevarlo a cabo en la realidad.
PREPARACIÓN
- Se debe buscar un lugar tranquilo, lápiz y papel
PASO 1:
- Identificar el estilo de conducta (pasivo, agresivo, asertivo) que se utiliza en la situación. Ej. Juan con el trabajo del compañero.
PASO 2:
- Comprendernos para dar lugar al cambio de conducta. ¿Por qué tolero esta situación? ¿Qué es lo que no me permite afrontarlo? Ej.: “Me da miedo la reacción que pueda tener cuando le diga que no pienso hacer más su trabajo”.
PASO 3:
- Planificar el mensaje: Conseguir que todos los hechos y puntos estén aclarados con antelación, de forma que uno pueda razonar su postura. Esto ahorra tiempo, produce confianza y puede disminuir la intimidación por parte de los demás.
- Pasar a la acción: Llevar a cabo la acción que haya previsto, es bueno anteriormente ensayar ante un espejo. Lo importante en este caso es:
Mirar a la persona directamente a los ojos
Hablar alto y con una dicción clara. No susurrar
Moverse con naturalidad. No arrinconarse ni cruzar, a ser posible, brazos y piernas
Estar preparado para escuchar alguna réplica. Escucharla con atención y luego volver a repetir la postura con seguridad y firmeza
Ser educado y no alterarse, todo está bajo control
- Ej.: “No, lo siento. No puedo cargar más con tu trabajo. Creo que no es razonable que además de mi trabajo deba hacer el tuyo”