Pautas generales de gestión del tiempo:
- Ser realista en el número de tareas a hacer y su complejidad: ¡el día tiene 24 horas!
- Definir las actividades a realizar para llegar a nuestros objetivos del día
- Establecer un orden de prioridades entre las actividades según nuestros objetivos
- Calcular el tiempo a dedicar a cada actividad contando con los tiempos de ocio, descanso e imprevistos
- Estructurar la agenda y cumplir lo planificado (si se es realista con el tiempo)
- Planificar todas las actividades: laborales, familiares, de ocio y descanso. Dejando un margen siempre par los imprevistos.
Cuando ya no gestionamos el tiempo ni nuestra propia exigencia, es que:
- Nos hemos autoimpuesto tantas actividades por realizar que saltamos impulsivamente de una a otra sin pararnos a tomar conciencia del tiempo y la planificación.
- Asumimos más responsabilidades de las que podemos gestionar, no siendo realistas y no delegando. Es decir, queriendo abarcar demasiado.
- Aceptamos las interrupciones constantes (teléfono, e-mails, preguntas de compañeros, multitareas, etc.) que impiden se lleven las tareas a cabo.