Cabe mencionar que los diferentes tipos de distrés están estrechamente relacionados y que unos pueden derivar en otros.
El distrés agudo habitualmente intenso y puntual, puede convertirse en distrés agudo episódico si resulta tener una frecuencia prácticamente diaria (forma de vida).
Si el distrés agudo es producido por un evento traumático y la sintomatología estresante perdura por más de un mes hablaríamos de estrés post-traumático.
Si el evento traumático se vive en el ambiente familiar o habitual hablaríamos de distrés crónico que naturalmente desemboca en estrés post-traumático.
Los ejemplos más típicos de eventos traumáticos son:
– accidentes
– desastres naturales (terremotos, inundaciones, huracanes…)
– atentados
– inesperadas muertes de alguien cercano
– asaltos, delitos o violaciones
– abusos sexuales o físicos
– secuestros
– negligencia parental durante la infancia