Mindfulness define un estado de la mente que consiste en estar presentes, aquí y ahora, con atención y aceptación a todo aquello que surge en nosotr@s, en todo nuestro cuerpo y ser.
Es estar presentes en el ahora con aquello que surge con una mirada de aceptación, atención, presencia y compasión.
“La vida solo está disponible en el momento presente”.
Thich Nhat Hanh
«Alégrate porque todo momento es aquí y todo lugar es ahora»
Buda
Una de las claves principales del estado de Mindfulness es la ausencia de juicio , y con esto quiero decir, crítica, rechazo, prejuicios o cualquier comentario dañino que podamos hacer al respecto del momento presente, tanto de lo que ocurre en nuestro interior como en el exterior. Esto implica que no etiquetamos lo que nos sucede como bueno o malo, simplemente lo dejamos Ser en nosotr@s tal y como ES.
Es decir, estamos en el presente de forma atenta, observando lo que ocurre, no haciendo varias cosas a la vez o pensando en otra cosa, como suele ser habitual y, estamos con aceptación, sin juzgar si lo que ocurre es bueno o malo, nos gusta o no nos gusta. Simplemente, estamos.
En Mindfulness dejamos el proceso automático de pensamiento a un lado, y atendemos el ahora. Dejamos el piloto automático de la mente para tener una cita con nosotr@s mism@s.
Otra de las claves reside en la respiración. No somos suficientemente conscientes de la importancia de la respiración. Enfocar nuestra atención en nuestra respiración tal y como sucede, sin fijarnos en nada más, ya es en sí mismo relajante y una forma de meditación. Ésto produce efectos muy beneficiosos en el cerebro tal y como se ha demostrado con la neurociencia. Simplemente con centrarnos en las aletas nasales y percibir como entra el aire y como sale.
Además de algunos recursos, aquí os dejo también un par de enlaces a libros interesantes que os pueden ayudar al respecto: https://amzn.to/2WmYUSZ
A su vez, podemos jugar con nuestra respiración, si inhalamos y llevamos el aire hacia la parte inferior de los pulmones, realizamos una respiración más profunda o denominada respiración del diafragma, si al exhalar vaciamos todos los pulmones y contraemos con suavidad nuestros músculos abdominales ejercemos un masaje a nuestro diafragma (músculo muy potente del cuerpo que está en contacto con los órganos vitales más importantes de nuestro cuerpo).
Centrarnos en nuestra respiración es el paso más importante para acceder al estado de atención plena cuando algo nos resulta difícil o excitante.
Esto nos permite dejar de reaccionar automáticamente, si en momentos de tensión o conflicto, nos damos cuenta de manera consciente de nuestra inhalación y exhalación podemos iniciar el proceso de atención plena y escanear nuestro cuerpo, emociones y pensamientos. Nos da un margen para una acción más adecuada.
Los sentidos ejercen un papel fundamental en el entrenamiento de la atención.
Lo que vemos, olemos, tocamos, oímos, saboreamos, sentimos, lo observamos en el momento presente. No podemos hacerlo luego, solo ahora.
Nuestra conciencia corporal nos informa en todo momento de cómo estamos ahora, qué estamos sintiendo, qué estamos pensando, imaginando, creando, recordando, proyectando, etc.
Además de algunos recursos, aquí os dejo también un par de enlaces a libros interesantes que os pueden ayudar al respecto:
Tu cuerpo es tu guía interna, puede informarte de todo lo que te sucede, si lo escuchas bien, notarás un sinfín de sensaciones y te conocerás mejor a ti mism@.
Además de algunos recursos, aquí os dejo también un par de enlaces a libros interesantes que os pueden ayudar al respecto:
Adquirimos habilidades muy humanas practicando Mindfulness:
- Aceptación: Reconocemos las cosas tal como son, sin pretender cambiarlas, simplemente aceptando lo que ES, aunque pueda ser molesto, agradable o neutral.
Sea como sea, ES y ES AHORA, en el momento presente.
Proporciona una mirada abierta con mayor perspectiva de lo que está sucediendo en este momento, que jamás podrá ser como un momento anterior.
Dar un paso interno hacia atrás con ayuda de la respiración permite crear un espacio nuevo para poder observar aquello que sucede en nuestro interior y/o exterior en el momento presente y nos acerca a aceptar lo que ES.
Si aprendo a acoger y recibir (aceptar) aquello que me sucede, acabaré por aceptar a los demás tal y como son.
Si creamos un espacio interior nuevo sin nuestros prejuicios, asuntos, creencias, etc. Estaremos abiertos a la experiencia de vivir con nosotros y con los demás.
2. Presencia: Es un estado de conciencia. Es la experiencia de Ser.
La presencia implica ser tú mism@ completamente en el momento presente, es decir, física, emocional, cognitiva y espiritualmente. Presente en ese contacto entre las manos, en el camino al trabajo, en el enfado, en todos los momentos de dicha, de rutina y todo lo demás.
Cuanto más presente estás, menos cosas te pierdes. Nunca se trata de juzgar si es algo bueno o malo. Estar presente es suficiente. Así nace el contacto verdadero.
Para adquirir presencia necesitamos vaciarnos de lo que se y quiero para mí y para el otro, implica apertura, curiosidad, espíritu aventurero, interés. Una actitud de no saber tanto para mí como para el otro.
Te brinda la oportunidad de ser sin expectativas o exigencias, sin críticas o juicios. Date el permiso de Ser quien Eres, ser auténtic@ y únic@.
“El regalo más valioso que podemos ofrecer a los demás es nuestra presencia”
Thicht Nhat Hanh
3. Compasión: Según la RAE es el sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien.
Según los budistas la compasión es la mente que siente aprecio por los demás y desea liberarlos de su sufrimiento.
Nace de la comprensión de que tú y el resto de personas no sois enemigos, no sois individuos separados que no se afectan entre sí. Estamos interconectados.
Ser compasivo con un@ mism@ es el paso para poder serlo con los demás. Comprender profundamente nuestra situación presente hace nacer naturalmente la compasión en nosotr@s.
Ser conscientes de que somos humanos. Cometemos errores y es lo que nos hace aprender, evolucionar, crecer y desarrollarnos.
El amor incondicional tiene sus propios altibajos. Somos seres en creación constante.