Ante estímulos internos tales como pensamientos anticipatorios que generalmente nos producen miedo, sensaciones corporales, emociones, juicios y críticas internas… o ante estímulos externos considerados e interpretados como amenazantes para la preservación de nuestro sí-mism@.
Estímulo interno o externo intenso o muy intenso. Eventos psicológicos y/o sociales tales como:
- Anticipación de la crítica y/o burla
- Anticipación al juicio
- Anticipación al rechazo
- Miedo al fracaso y sus consecuencias
- Anticipación de peligros
- Anticipación de agresión
- Anticipación de pérdidas personales
- Etc.
Eventos traumáticos tales como:
- Accidente de coche
- Abuso sexual y/o violación
- Maltrato físico y/o psicológico
- Guerra
- Conflictos interpersonales
- Etc.
Estímulo interno o externo prolongado en el tiempo. Eventos psicológicos y/o sociales tales como:
- Crítica
- Desvalorización
- Exigencia muy alta
- Maltrato
- Abuso
- Etc.
Eventos traumáticos crónicos tales como:
- Abuso sexual y/o violación
- Maltrato físico y/o psicológico
- Negligencia parental
En definitiva, la ansiedad puede sentirse mucho tiempo después de haberse producido estos acontecimientos, por ejemplo, situaciones en las que al niño/a o persona dependiente no es cuidado y protegido adecuadamente, existiendo negligencia por parte de sus cuidadores, esto va creando unas sensaciones corporales de malestar que la persona deja de reconocer como de malestar pues es constante en el ambiente y con el tiempo o los años aparece una ansiedad que ya no sabe a qué se debe ni la asocia a ningún evento de su vida actual lo cual deja a la persona aún más angustiada pues no comprende que le está sucediendo.
Cualquier ejercicio de Mindfulness puede ser útil para rebajar los niveles de ansiedad y estrés.