Existen dos tipos de estrés: eustrés (“buen estrés”) y distrés (“mal estrés”).
Siguiendo con los conceptos de Eustrés y Distrés, el nivel de activación de una persona está directamente relacionado con su rendimiento físico y psicológico.
El rendimiento se ve perjudicado cuando se somete a la persona a Distrés por exceso o por defecto de activación.
El nivel de máximo rendimiento denominado Eustrés o nivel de activación óptimo, se obtendrá cuando la persona rinda física y psicológicamente a niveles de activación, pero sin llegar a estados de agotamiento. Este hecho es posible porque se crea un equilibrio entre las demandas del entorno y las posibilidades del individuo (capacidad de respuesta) que rinde en todo su potencial.